¡Hay que estar preparado para todo!
Una persona ambivertida es aquella a medio camino entre la introversión y la extroversión. Según varios estudios, los ambivertidos hablan y escuchan por igual, ya que tienen rasgos de ambas personalidades.
Puedes pasarte horas a tu rollo y luego acabar el día cenando con amigos. Al ser un híbrido entre un introvertido y un extrovertido, ambas situaciones te hacen feliz.
Aunque te guste ampliar tu círculo social, no siempre tienes ganas. A veces no te apetece iniciar una conversación. ¡Todo depende de qué humor tengas!
Eres una persona reservada. Esto quiere decir que ni te desgañitas en un concierto ni te pasas todo el espectáculo callado.
Las conversaciones breves te parecen agradables. No necesitas pasarte horas y horas hablando con alguien.
Al ser bueno hablando y escuchando, se te da bien negociar. Las personas que te rodean se sienten escuchadas cuando están contigo.
Eres observador y no te cuesta dar un paso atrás y escuchar. No obstante, si tienes algo que decir, lo harás.
Algunos días te apetece mucho socializar y otros sientes que necesitas tu propio espacio. ¡A veces incluso cambias de una idea a otra en el mismo día!
Los ambivertidos son bastante sensatos y regulan bien sus emociones. Si te enfadas, no sueles estarlo durante mucho tiempo.
Socializas con varios grupos de amigos y aprecias lo que cada círculo te aporta.
Los ambivertidos son empáticos y a menudo ayudan a quienes los rodean. Por lo tanto, la gente suele acudir a ti en busca de consejo o de un hombro en el que apoyarse.
Puede que no seas tú quien dé el primer paso, pero no te importa hablar con desconocidos. Simplemente no sientes obligado a hacerlo.
Te gusta ir a fiestas, pero no hasta las tantas. Cuando sientes que ya has tenido suficiente, te vas.
Tus amigos te ven como alguien estable y tus compañeros de trabajo sienten que pueden contar contigo. No eres el centro de atención, sino que se te da bien trabajar en equipo.
Los extrovertidos conocen a un montón de gente y los introvertidos tienen un grupo reducido de amigos. En tu caso, tienes varios amigos cercanos y una cantidad razonable de conocidos.
No te gustan las actividades que duran mucho tiempo. Por ejemplo, en lugar de hacer senderismo durante cinco horas, prefieres pasear una o dos con un amigo.
No te importa ir al cine o a un museo solo, pero también sabes apreciar la compañía.
A muchos introvertidos les cuesta hablar con los demás, mientras que los extrovertidos no se callan ni debajo del agua. Los ambivertidos saben tener conversaciones profundas pero llevaderas.
Te gusta pasar algo de tiempo a solas tras socializar. El día perfecto para ti es aquel en el que te rodeas de tus seres queridos pero luego puedes estar a tu aire.
¡Ni hablas por los codos ni pasas desapercibido!
A los introvertidos no les suele gustar ser el centro de atención y a los extrovertidos les pasa justo lo contrario. En tu caso, ¡ni una cosa ni la otra!
A veces te cuesta confiar en la gente, pero otras te lanzas de lleno.
Aunque te guste estar solo, esto no quiere decir que no aprecies la compañía de las otras personas. Los ambivertidos siempre encuentran la forma de estar con amigos y familiares.
Aunque no siempre necesites estar ocupado, no tener nada que hacer te resulta aburrido. También puedes acabar perdiéndote en tus propios pensamientos.
Aunque tengas vida social, también te gusta estar a tu aire. Por ejemplo, no tienes ningún problema en salir a dar un paseo solo y quedar con amigos después.
Tras un día de socialización, solo quieres llegar a casa y estar solo. Necesitas desconectar, ya sea dándote un baño o tomándote un té en el sofá.
Como los ambivertidos suelen estar a medio camino, pueden aprovechar las cualidades de los introvertidos y los extrovertidos. Por ejemplo, les resulta más fácil comprometerse, ya que se sienten cómodos en diferentes ambientes.
Como se los considera flexibles, a veces pueden sentir la presión. El equilibrio es una buena cualidad, pero también puede ser agotadora.
Por lo general, a los ambivertidos les gusta prosperar en puestos que les permitan trabajar en equipo y tener proyectos individuales, ya que así pueden dar rienda suelta a todas sus capacidades.
Fuentes: (Parade) (Healthline) (Forbes)
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Si unos amigos te dicen que eres un introvertido de libro pero otros están convencidos de que eres extrovertido, ¡puede que se deba a que eres ambivertido! Los conceptos de la introversión y la extroversión surgieron a principios del siglo XX de la mano del psiquiatra Carl Jung. Él creía que algunas personas ganaban energía al relacionarse con el mundo exterior y otras con el interior. Sin embargo, la personalidad es algo demasiado complejo como para ceñirse a un extremo u otro. ¿Quieres descubrir si eres ambivertido? ¡Entonces sigue leyendo!
¿Qué pasa cuando no eres ni introvertido ni extrovertido?
¡Pues que eres ambivertido!
ESTILO DE VIDA Personalidad
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