¡Hay que estar preparado para todo!
En los JJ. OO. de 2012, en Londres, vivimos una situación muy extraña. Un equipo de bádminton femenino chino empezó a jugar para perder contra un equipo de Corea del Sur.
Lo hicieron porque si perdían aquel partido, no tendrían que enfrentarse a otro equipo chino hasta la final. De esa forma, China podría llevarse el oro y la plata.
Las cosas se pusieron muy feas cuando el equipo de Corea del Sur se dio cuenta de lo que las chinas estaban haciendo y también empezaron a jugar mal. Al final, cuatro equipo acabaron descalificados.
El pentatleta soviético Boris Onischenko ganó un oro en las Olimpiadas de Múnich de 1972 y quería repetir la jugada en Montreal en 1976. Sin embargo, estaba vez tenía un as en la manga... o algo así.
Todos nos extrañamos cuando se las arregló para marcar un punto sin tocar a su oponente.
Resultó que su espada de esgrima estaba trucada y podía activar el sistema de puntos a su antojo. El deportista ruso fue descalificado.
La atleta puertorriqueña Madeline de Jesús se había clasificado para el salto de longitud y para la prueba de relevos de 4 x 400 en los JJ. OO. de Los Ángeles, en 1984.
Sin embargo, se lesionó en el salto de longitud, así que le sería imposible competir en relevos... si no fuese por su hermana gemela.
La hermana gemela de Madeline de Jesús, Margaret de Jesús, entró en acción. Después de todo, la única diferencia reconocible entre ambas era una marca en la mejilla. Un periodista acabó pillándolas.
El equipo de baloncesto paralímpico español protagonizó titulares en las Olimpiadas de Sídney 2000. Los deportistas con discapacidades mentales también pueden competir en los Juegos Paralímpicos, así que así lo hicieron. Excepto que no tenían ninguna discapacidad. Se llevaron el oro.
El equipo (no sale en la foto) estaba compuesto por 12 jugadores de baloncesto semiprofesionales y ninguno tenía ninguna discapacidad mental.
Los estafadores (no salen en la foto) no fueron a juicio hasta 2013. Fernando Martín Vicente, expresidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales (FEDDI), fue declarado culpable y le pusieron una multa de 5.400 €. También tuvo uq devolver los casi 150.000 euros que había recibido la federación en subsidios del gobierno.
El juego de la soga era un deporte en los JJ. OO. de Londres, en 1908. Pero, ¿cómo se puede hacer trampa en este juego?
Un equipo de agentes de policía de Liverpool encontraron la respuesta: con zapatos muy pesados. Casi no podían caminar, así que los pillaron enseguida.
Para sorpresa de todos, los jueces creyeron que el equipo (foto) no había incumplido ninguna norma, ya que las reglas solo prohibían los zapatos con clavos prominentes.
El equipo de luge femenino de Alemania Oriental fue descalificado de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1968, en Grenoble, Francia. Las pillaron llevando un soplete justo antes de una carrera.
El medallista de bronce de la maratón de las Olimpiadas de Atenas de 1896 tuvo ayuda extra para llegar a la meta antes que los demás. Spiridon Belokas se enganchó a un carruaje.
Y durante los Juegos Olímpicos de Verano de 1904 ocurrió lo mismo, aunque esta vez con un coche. El corredor estadounidense Fred Lorz se ayudó del coche de su mánager. Ganó la maratón, pero los espectadores que habían visto lo ocurrido lo descubrieron.
El equipo de gimnastas perdieron sus medallas cuando se descubrió que Fangxiao Dong tenía 14 años cuando compitió en Sídney 2000, en lugar de la edad mínima, 16.
Durante los JJ.OO. de Beijing, en 2008, ocurrió lo mismo. Los pasaportes de las chicas decían que tenían 16 años, pero otros documentos decían que tenían 14.
Al jinete sueco Bertil Sandström lo pillaron usando sonidos de clic para motivar a su caballo, lo cual no estaba permitido. Como consecuencia, lo rebajaron a la última posición en las Olimpiadas de 1932.
Durante las Olimpiadas de 1904, al boxeador estadounidense Jack Egan lo pillaron luchando con un nombre falso. El verdadero nombre de Egan era Frank Joseph Floyd. Lo descalificaron y le arrebataron sus medallas de plata y bronce. No está claro por qué no usó su nombre, pero iba contra las normas.
El pentatleta sueco Hans-Gunnar Liljenwall fue un deportista olímpico de éxito desde 1964 hasta 1968. Entonces, el control apareció el control antidopaje.
A Liljenwall supuestamente le gustaba tomarse dos cervezas antes de la competición, para calmar los nervios. Desafortunadamente, el alcohol era una sustancia prohibida, así que lo descalificaron.
Los escándalos de dopaje no faltan en la historia de las Olimpiadas y los animales no son excepción.
Este fue el caso en las Olimpiadas de Atenas de 2004, donde uno de los caballos, Waterford Crystal, dio positivo en sustancias prohibidas. El jinete irlandés Cian O'Connor tuvo que devolver su medalla de oro.
En las Olimpiadas de Beijing de 2008, cuatro caballos (y sus jinetes), que representaban a Noruega, Brasil, Irlanda y Alemania, dieron positivo en sustancias ilegales.
Fuentes: (Grunge) (Topend Sports)
La polémica ha sido parte de los Juegos Olímpicos desde siempre. Desde inauditos escándalos por dopaje hasta abuso físico (¿recuerdas a Nancy Kerrigan y a Tonya Harding?), cada año parece surgir algo no muy positivo sobre los Juegos. Los deportistas lo hacen lo mejor que pueden para conseguir una medalla, pero a veces lo mejor que pueden no es suficiente, así que intentan hacer trampas para garantizarse un sitio en el podio. Sin embargo, a muchos los acaban pillando.
Haz clic en la siguiente galería y descubre las trampas más descaradas que han hecho los deportistas olímpicos.
Engaños olímpicos: trampas increíbles más allá del dopaje
Estos deportistas intentaron ganar a toda costa.
ESTILO DE VIDA Juegos olímpicos
La polémica ha sido parte de los Juegos Olímpicos desde siempre. Desde inauditos escándalos por dopaje hasta abuso físico (¿recuerdas a Nancy Kerrigan y a Tonya Harding?), cada año parece surgir algo no muy positivo sobre los Juegos. Los deportistas lo hacen lo mejor que pueden para conseguir una medalla, pero a veces lo mejor que pueden no es suficiente, así que intentan hacer trampas para garantizarse un sitio en el podio. Sin embargo, a muchos los acaban pillando.
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