Dirígete a Bosnia-Herzegovina para cruzar su famoso puente de Mostar, una creación otomana del siglo XVI que conecta las orillas del Neretva. También puedes visitar la mezquita Koski Mehmed Pasha, reconstruida tras la guerra de Bosnia en los 90.
Abiertos desde 1843, los Jardines Tívoli de Copenhague son el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo. Si vas, no te olvides de montar en la montaña rusa Dæmonen (el demonio). ¡Nada como pegar unos gritos con unas vistas preciosas a la capital danesa!
Muchas personas van a Hawái o a Costa Rica a surfear, pero Portugal ofrece algunas de las mejores olas de Europa. Desde Ericeira hasta Nazaré, a tu paso encontrarás un montón de localidades costeras con encanto en las que alojarte mientras surfeas.
Si vas a Ámsterdam, reserva un día para ir hasta Zaandam. A tan solo 30 minutos de distancia de la capital neerlandesa te toparás con algunos de los edificios más curiosos que existen, así como con una amplia variedad de bares, tiendas y restaurantes.
Si te gusta esquiar, deslízate por las laderas de Cortina d'Ampezzo y disfruta de la gastronomía local en la ciudad cuando caiga la noche.
¡Apúntate a una clase de flamenco en el corazón de la cultura andaluza y menea el esqueleto! Si bailar no es lo tuyo, ¡siempre puedes ir a un tablao y disfrutar del espectáculo!
Partiendo de Reikiavik, el Círculo Dorado se extiende a lo largo de 300 km y es una manera estupenda de explorar el suroeste de Islandia. Desde imponentes cascadas hasta géiseres geotermales, no cabe duda de que el paisaje se te quedará grabado en las retinas.
Londres es una ciudad conocida por sus regios parques, pero Primrose Hill tiene un encanto que la hace diferente. Esto se debe en gran parte a la elevación de la colina, la cual ofrece a los paseantes una vista espectacular de la silueta londinense.
A escasos minutos de distancia de la capital sueca se extiende un archipiélago espectacular de casi 30.000 islas. Si eres un amante de la naturaleza, ¡no te lo puedes perder!
Tanto si eres un senderista amateur como un alpinista curtido, pocos paisajes te impresionarán tanto como los de Georgia. En lo alto de las montañas del Cáucaso, este país se convierte en el punto de encuentro entre Asia y Europa.
El histórico puente de Carlos de Praga se remonta al siglo XV y es el nexo de unión entre el casco antiguo y Malá Strana, separados por el río Moldava. Aunque es espectacular a cualquier hora del día, resulta especialmente mágico al amanecer.
Desde el cabo Malin hasta el Mizen, recorrer el Wild Atlantic Way es una manera hermosa y divertida de descubrir el arrebatador paisaje irlandés.
Sicilia es una isla diversa con playas, montañas e incluso volcanes activos. También tiene una historia de lo más rica, ya que por ella pasaron los griegos, los romanos y los árabes. Si puedes, intenta ver un espectáculo en el teatro griego de Taormina, aunque el lugar ya es espectacular de por sí. Desde ahí también gozarás de una increíble vista del Etna y el golfo de Giardini-Naxos.
Noruega es un país conocido por su cautivadora naturaleza, así que, ¿por qué no aprecias su belleza en persona? Puedes explorar los fiordos en crucero y descubrir lugares como Geirangerfjord, Aurlandsfjord, Nærøyfjord y Lysefjord.
¡Nada como pasar el verano en el sur de Francia! Alquila una lancha motora con un guía en el puerto de Cassis y dirígete hasta el parque nacional de Calanque d'En-Vau para darte un chapuzón secreto.
El tren es el medio de transporte más cómodo para explorar los Alpes suizos. Hay varios entre los que escoger, como el Gornergrat Bahn, el Glacier Express, el Golden Pass y el Bernina Express. Elijas el que elijas, todos te permitirán apreciar los hermosos paisajes de la región.
Desde respirar el aroma de los deliciosos pastéis de nata hasta degustar un buen vino de Oporto, no cabe duda de que Portugal es un destino gastronómico como pocos. ¡Aprovéchate de las buenas conexiones entre ciudades para recorrer el país de norte a sur y saborear su cocina!
Ve a la Laponia finlandesa para deslumbrarte con la magia de las auroras boreales y participar en los rituales tradicionales de los samis como pescar en hielo o montar en trineos tirados por renos.
Arthur's Seat es la colina principal que también abarca una gran parte del parque Holyrood de la ciudad. Sube y disfruta de las vistas de la capital escocesa y otros lugares como el encantador pueblo de Duddingston.
Mientras paseas por la zona de Eminönü de Estambul, hazte con un balık ekmek (un bocadillo de pescado frito) y después monta en barco para cruzar el Bósforo, el estrecho que separa la parte europea de la asiática.
Conocida por su grandiosidad y sus interesantísimos museos, Florencia es una de las joyas de la península itálica. Dirígete al Piazzale Michelangelo y disfruta de una de las mejores vistas de la ciudad.
Si te gusta la naturaleza, visita el parque nacional de los Lagos de Plitviče, el más grande de Croacia y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Los caminos serpentean por el agua y ofrecen unas vistas directas a las cascadas. También hay un barco eléctrico que conecta los doce lagos superiores con los cuatro inferiores.
Si no has visitado el archipiélago de las Cícladas, entonces no has estado en Grecia. Hazte con un guía local y explora las islas, desde Paros hasta Santorini. ¡No te arrepentirás!
Si te gusta la navidad, no dudes en visitar los mercados navideños de Colonia, Viena (foto) o Estrasburgo cuando llegue la época. ¡Disfruta de la decoración y pásatelo en grande con los puestos de comida y vino caliente!
Alquila un auto y explora este hermoso país balcánico. La carretera que zigzaguea por las montañas desde las bocas de Kotor ofrece unas vistas espectaculares y, una vez estás en lo más alto, puedes llegar a ver el mar.
El paisaje de Capadocia parece sacado de otro mundo. Si quieres apreciarlo como se merece y maravillarte con las chimeneas de hadas, ¡súbete a un globo aerostático!
Aunque la Alhambra es el monumento más famoso de Granada, pocos la han visto de noche. Haz un tour nocturno por este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y disfruta de una experiencia mágica mientras exploras sus jardines y aprecias su increíble arquitectura.
El mercadillo de Mauerpark en el distrito de Prenzlauer Berg es uno de los mejores lugares para pasar un domingo. Ubicado en lo que antes era tierra de nadie entre Berlín Oriental y Occidental, este mercadillo tiene una infinidad de puestos en los que encontrarás de todo, desde trastos y comida hasta antigüedades.
Considerada una de las carreteras más espectaculares del mundo, Transfăgărășan serpentea por los montes Cárpatos de Rumanía y ofrece a quienes la recorren una vista imponente que incluye el castillo Poenari, asociado con la leyenda de Drácula.
Si no tienes paciencia para hacer la cola del Louvre, no pasa nada. La capital francesa tiene más de 136 museos como el Picasso, el Rodin y el de la Orangerie. ¿Por qué no vas a esos?
Fuentes: (Condé Nast Traveler) (Time Out) (Business Insider)
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Una cosa es segura: en Europa nunca faltan cosas para hacer. Es un continente diverso con una amplia historia que ofrece experiencias únicas y paisajes capaces de robarle el aliento a cualquiera. Desde ciudades tan famosas como París y Estambul hasta los parques nacionales del Este de Europa y la peculiar arquitectura neerlandesa, vayas donde vayas, siempre habrá algo que te guste. ¡Haz clic para descubrirlo todo!
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