El ikigai puede enriquecer tu vida y la de los demás. Hacer algo que te gusta, ser bueno en ello y ayudar al mundo en el proceso puede hacer que te sientas realizado.
Tener claro quién eres gracias al ikigai suele ser una hélice que te impulsa hacia delante incluso en los momentos más difíciles.
Los estudios demuestran que tener un propósito en la vida refuerza las defensas, reduce la ansiedad y aumenta la esperanza de vida.
Saca tiempo para hablar con gente de confianza. Buscarte un mentor o charlar con un amigo puede ayudarte a alinear los cuatro pilares de tu ikigai.
El ikigai puede influir positivamente en tu salud física, ya que te anima a llevar un estilo de vida más activo. Al hacer cosas que te gustan y explorar otras posibilidades, puedes desarrollar hábitos más saludables que mejoren tu calidad de vida.
El objetivo del ikigai es ayudarte a compaginar tu vida personal y laboral de forma saludable, sintonizando tu trayectoria laboral con tus valores y pasiones. En última instancia, puede hacer que te sientas más satisfecho con tu trabajo.
El ikigai puede ayudar a reforzar las relaciones. Compartir intereses, respaldar los objetivos del otro y fomentar el crecimiento y felicidad mutuos hace que los vínculos se vuelvan más fuertes.
La perspectiva que ofrece el ikigai también está condicionada por los diferentes lugares y sus respectivas culturas. En Occidente, por ejemplo, se hace más hincapié en la realización laboral, mientras que en Oriente se le concede más importancia al desarrollo comunitario.
Tu ikigai crecerá y se transformará con el tiempo al igual que tú. Es importante que lleves a cabo un mantenimiento regular para reevaluar la situación en la que te encuentras y saber qué es lo que quieres y necesitas de la vida.
Muéstrate abierto a la posibilidad de cambiar de mentalidad para poder aprovechar el ikigai al máximo. Aunque reflexionar tanto sobre ti mismo te haga sentirte vulnerable al principio, al final te reportará un gran beneficio.
Fuentes: (Calm) (Marlee)
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Todos queremos saber cuál es nuestro destino, nuestro propósito en la vida y qué nos hace sentirnos realizados, algo bastante complicado si se carece de las herramientas necesarias, pero ahí es donde entra en juego el ikigai. Aunque de primeras pueda parecer absurdo, se trata de una manera de averiguar lo que te gusta, lo que se te da bien, lo que el mundo necesita y aquello por lo que te pueden pagar. En esta galería exploraremos su funcionamiento para que puedas ponerlo en práctica y obtener las respuestas que estás buscando. ¡Haz clic para descubrirlo!