© Shutterstock

Salsa Worcestershire (salsa inglesa) - ¿Sabes cómo la fermentan? ¡Con anchoas!

© Shutterstock

Sopa de cebolla francesa - Suena vegetariana, ¿verdad? El problema es que se hace con caldo animal en la mayoría de los lugares.

© Shutterstock

Yogur desnatado - La mayoría contienen gelatina (que se realiza con muchas partes animales) para realzar su textura.

© Shutterstock

Higos - Es un caso tremendamente discutible. Como parte de su sistema de polinización, en muchos de ellos habrá una avispa ya muerta. La enzima de este fruto la deshace por completo transformándola en proteína pura. ¡Tú decides!

© iStock

Nubes de gominola - También ellas contienen gelatina. Tendrás que buscar bien las que no lleven NADA animal.

© Shutterstock

Tortillas - Muchas están hechas con mantequilla (ya sabes)... Asegúrate de leer bien todos los ingredientes en el paquete antes de comprarlas.

© Shutterstock

Patatas fritas - ¿Cuántas personas vegetarianas/veganas tiran de papas fritas para comer cuando no hay más opción? En algunos casos es cierto, pero en otros como McDonald's... deberías pensártelo mejor.

© Shutterstock

Azúcar blanco - La mayoría de las compañías que lo producen, utilizan huesos animales para espesarlo. Otras, sin embargo, sí son veganas. ¡Tendrás que hacer una buena búsqueda!

© Shutterstock

Vino y cerveza - La mayoría de las marcas (especialmente si son británicas) utilizan una gelatina derivada de peces.

© Shutterstock

Frijoles refritos - Un plato tradicional mexicano donde los haya... pero no te confundas: a veces, la mezcla puede contener algo de carne.

© Shutterstock

Helado de vainilla - ¿Qué rico, verdad? El problema viene cuando te enteras de que en muchos lugares lo preparan con una secreción de castor...

© iStock

Cereales 'Rice Krispies' - Contienen nubes de gominola en su interior, y si has leído bien unas imágenes más atrás...

© Shutterstock

Cocido de habas - Hay pocas marcas que las hagan sin nada de carne, como es el caso de Heinz Beanz.

© iStock

Ensalada César - Normalmente, esconde anchoas en sabor o en trocitos reales...

© iStock

Queso parmesano - Con muchísimos otros quesos, este requiere de cuajo para su proceso de fermentación. El cuajo no es ni más ni menos que enzimas derivadas de los estómagos animales rumiantes.

© iStock

Mezcla para pasteles - Polvitos mágicos que harán que tu tarta esté deliciosa... y también que contenga proteína animal. ¡Cuidado!

© iStock

Altoids - Esta famosa marca de caramelos de menta contiene también gelatina en ellos.

© iStock

Comida 'saludable' - Hay muchas otras comidas que se dicen 'saludables' como cereales, zumos, leches... Mira bien la etiqueta porque con que simplemente lleven Omega3, ya estarían conteniendo restos de pescado.

© Shutterstock

Paté de aceituna (tapenade) - El sabor salado, en algunos casos, se lo da las anchoas que lleva y no ves.

© iStock

Sopa de guisantes - La receta más tradicional lleva jamón, aunque es cierto que ahora existen opciones veganas.

© iStock

Pesto - En muchísimos lugares lo preparan con queso parmesano (y ya sabes lo que ocurre con el cuajo).

© iStock

Gominolas - Hay muchas (particularmente las más coloridas en tonos rojizos) que contienen cáscaras machadas de escarabajos etiquetadas como 'carmín'.

© iStock

Caramelos de colores - Un producto tremendamente vendido ya en todo el mundo y que los niños ingieren en grandes cantidades. ¡Utilizan gusanos para darles ese brillo intenso! Shellac usa también el mismo elemento para sus esmaltes de uñas.

© iStock

Cacahuetes tostados - Muchas veces, contienen gelatina que les ayuda a retener más sal. ¡Compruébalo en la etiqueta!

© iStock

Donuts - Famosos como pocas cosas en el sector del dulce, llevan L. Cisteína, una sustancia derivada de cerdos.

© iStock