Una aventura emocional a menudo empieza de forma inocente y va a más con el tiempo. Veamos cuáles son las fases.
Una aventura emocional suele empezar como una simple amistad. Puede ocurrir en el trabajo, en un curso, a través de amigos en común, etc.
La otra persona se convierte en un amigo/a. Empezáis a seguiros en redes sociales e intercambiáis mensajes de vez en cuando hasta que cada vez se va volviendo más importante en tu vida.
Después empiezas a apreciar la forma en que esta persona te entiende, los intereses que tenéis en común y cómo te hace sentir.
Aún la consideras tu amiga, pero piensas mucho en ella. Al fin y al cabo, pareces recibir más empatía, validación y halagos de esta persona que de tu propia pareja.
Tu pareja sabe quién es esta persona porque le has hablado de ella o incluso porque ya se la has presentado. Las cosas se complican cuando empiezas a conectar con él/ella a sus espaldas.
Lo siguiente es empezar a quedar y mandaros mensajes a diario sin decírselo a tu pareja por miedo a que le siente mal. En el fondo, sabes que tiene una buena razón para ello.
La relación evoluciona hasta el punto en el que te vuelves emocionalmente dependiente de la otra persona, ya que es a quien siempre acudes para hablar de tus deseos y temores.
Desarrollas tal vínculo emocional con ella que lo único que lo diferencia de una aventura con todas las letras es que os falta el aspecto de la intimidad física. Sin embargo, es un tema peliagudo y sientes que la línea podría cruzarse fácilmente.
¿Por qué alguien que tiene una relación compartiría información íntima con otra persona? Hay varios motivos por los que la gente puede acabar teniendo una aventura emocional. Echemos un vistazo a algunos de ellos.
Quienes mantienen aventuras emocionales pueden sentir una falta de intimidad emocional en su relación. Ese amigo/a llena el vacío que sienten.
Muchos de nosotros pasamos los días rodeados de gente (o incluso estamos casados) y aun así nos sentimos solos. Una persona que tiene una aventura emocional puede que se sienta así, lo que le lleva a aferrarse a esa conexión tan estrecha.
Puede que la relación no esté pasando por su mejor momento y que la persona se esté dejando llevar por la atracción, ya que le hace sentirse bien y le ayuda a sobrellevar la situación.
La persona puede que no considere que una aventura emocional cuente como infidelidad, ya que no hay intimidad física de por medio. Puede que no tenga unos límites claros sobre lo que es o no aceptable en una relación.
Este tipo de aventuras son, en esencia, un tipo de infidelidad emocional. ¿Pero cómo se manifiesta exactamente? A continuación te damos algunos ejemplos que te ayudarán a discernir si te encuentras o no en esta situación.
Si solo sois amigos, ¿por qué se lo ocultas? Quizá porque sabes que tu pareja podría darse cuenta de lo unidos que estáis y que sea incómodo para ambos. No obstante, no deberías escondérselo, así que si le estás ocultando activamente tu relación con la otra persona, entonces es porque sabes que no es apropiada.
¿Comes a una hora en particular para poder estar a su lado? ¿Vas a una clase diferente para estar con ella? Si haces cambios en tu horario para poder pasar más tiempo con esa persona, entonces es porque es muy especial para ti.
Y esa persona te escucha y te ofrece apoyo emocional. ¿Estás dándole a entender que pronto volverás a estar soltero?
¿Esto se aplica a todas tus amistades? ¿O solo a esta en particular? ¿Piensas mucho en esa persona? ¿Te imaginas qué pasaría si estuvieses con ella?
Mandarle un mensaje de buenos días a una persona en especial todas la mañanas es algo reservado para las relaciones de pareja. ¿Es esa persona lo primero en lo que piensas cuando te despiertas?
Puede que incluso te pongas nervioso, al igual que ocurría cuando tenías las primeras citas con tu pareja. ¿Sientes lo mismo con otras amistades?
Pase lo que te pase, siempre recurres primero a esta persona. ¿No deberías hablar primero con tu pareja?
Te preocupa que esa persona no te llame ni te mande mensajes. Al fin y al cabo, no quieres perder a tu "amigo/a".
¿Compartes secretos con esta persona? Los secretos unen a la gente y suelen reservarse para aquellos en quienes confiamos profundamente y con quienes mantenemos un vínculo emocional estrecho.
¿Le llevas café o le compras dulces para tener un detalle? ¿Haces lo mismo con otras personas de tu círculo social o solo con él/ella?
¿Te sorprendes a ti mismo comparando a tu pareja con esta persona? ¿Te molesta que no se parezca más a ella?
Podría decirse que las aventuras emocionales son un tipo de infidelidad. Aunque no haya intimidad física de por medio, los sentimientos están ahí y una cosa puede llevar a la otra.
Fuentes: (Live Bold and Bloom) (Verywell Mind) (Healthline)
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Empezáis hablando y tomando algo ocasionalmente y la conversación fluye con naturalidad.
Reflexiona sobre por qué estas compartiendo estas cosas con un "amigo/a" y no con tu pareja. Tal vez sea un indicio de que la relación no está funcionando a nivel emocional.
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¿Te ha pasado?
ESTILO DE VIDA Relaciones
Una aventura emocional es una relación en la que dos personas se vuelven muy cercanas, pero sin llegar a compartir la intimidad propia de una pareja romántica. Se trata de un vínculo muy común que se puede dar en varios contextos como el laboral. Sin embargo, a veces se lo considera un tipo de infidelidad. ¿De verdad lo es? En esta galería analizamos lo que es una aventura emocional y te guiamos a través de sus diferentes fases. ¡Haz clic para descubrir si tienes o has tenido una!