La palabra "ángel" deriva del griego aggelos, que significa "mensajero". De igual forma, la palabra hebrea que se utiliza en el Antiguo Testamento para referirse a estos seres tiene el mismo significado.
Los ángeles se crearon para servir a Dios y básicamente actúan como mensajeros suyos. Sin embargo, los medios que utilizan para entregar sus mensajes y el contenido de estos es otra historia.
Existe una jerarquía y cada ángel cumple un papel específico. Algunos están al lado de Dios mientras que otros actúan como supervisores. Luego están aquellos que entregan los mensajes del Señor a los humanos.
Los ángeles poseen diferentes roles y habilidades que les permiten cumplir sus obligaciones. Por ejemplo, un ángel sanador solo se centra en curar y en nada más. Asimismo, si el cometido de un ángel es entregar un mensaje, eso suele ser todo.
Esto se ilustra muy bien en Génesis 19, pasaje en el que Dios envía a tres ángeles a entregarle tres mensajes diferentes a Abrahán. Uno le anuncia el embarazo de su mujer, otro le advierte de la inminente destrucción de Sodoma y el tercero le asegura que él saldrá ileso.
Durante siglos, los artistas han pintado a los ángeles como seres etéreos y delicados con alas que irradian belleza y se parecen a los humanos.
Sin embargo, estas representaciones pueden no ser del todo acertadas, ya que los ángeles son seres espirituales según el judaísmo y el cristianismo. Por lo tanto, carecen de atributos físicos.
Según la Biblia, los ángeles son seres de "luz" capaces de adoptar una forma humana para transmitir los mensajes de Dios. Esto nos lleva a preguntarnos cómo unas criaturas sin atributos físicos pueden llevar a cabo tareas divinas.
En el arte, los ángeles suelen representarse como seres femeninos o muy feminizados. Se cree que esta interpretación surgió a raíz del paganismo grecorromano, sobre todo de las diosas.
En la Biblia, los ángeles tienen nombres masculinos. Sin embargo, puede que esto se deba a que la mayoría de palabras en griego y hebreo para designar a los ángeles son masculinas.
Esta dicotomía entre lo masculino y lo femenino se asocia con los humanos y la reproducción. Los ángeles, al ser seres celestiales, no tienen género (o eso se presupone).
Los Nefilim, a menudo denominados gigantes, son seres enigmáticos. Son el resultado de la unión de los "hijos de Dios" y las "hijas del hombre". ¿Quiénes son exactamente los primeros? Según el judaísmo, eran ángeles.
La tradición judeocristiana actual no respalda la idea de estas relaciones entre ángeles y humanos y sugiere que los "hijos de Dios" eran meros mortales.
En Marcos 12:25 hay una frase que ha generado mucha confusión en torno a si los humanos pueden transformarse en ángeles al morir. Jesús, refiriéndose a la resurrección, dijo que los humanos serían "como ángeles del cielo".
Su uso de la palabra "como" no es aleatorio, ya que implica que las personas con un alma pura no necesitan preocuparse por las cuestiones terrenales tras morir, al igual que ocurre con los ángeles. Sin embargo, esto no quiere decir que vayan a transformarse en estos seres.
Aunque el adjetivo "angelical" tiene una connotación positiva, la Biblia relata varios momentos en los que los ángeles han transmitido mensajes de forma devastadora en nombre de Dios.
Los arcángeles son un tipo de ángeles, a pesar de que no se los menciona en el Antiguo Testamento hebreo y solo aparecen por primera vez en el Nuevo Testamento.
No obstante, aunque no se les llama arcángeles como tal, sí hay una clara distinción. Por ejemplo, en Daniel 12:1, el arcángel Miguel recibe el título de "gran príncipe".
En el Libro de Tobías, el arcángel Rafael se refiere a sí mismo como "uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y tienen acceso a la gloria de su presencia".
No exactamente. Los que están en la cima son los serafines, querubines y tronos. Esto significa que los arcángeles están más bien en la parte baja de la jerarquía solo por encima de los ángeles de la guardia. Entonces, ¿por qué son tan importantes?
Los arcángeles son los mensajeros de Dios por excelencia. Se relacionan directamente con los humanos en nombre del Señor y se les asignan misiones de gran importancia (p. ej. la anunciación).
Lucifer, de hecho, era un serafín. Su trabajo era adorar a Dios, pero se puso celoso y acabó siendo expulsado del cielo.
Puede que la confusión provenga del hecho de que fue san Miguel, un arcángel, quien lo mandó al infierno.
Uno pensaría que los cristianos se pondrían de acuerdo en los nombres de los arcángeles, pero resulta ser que no es así. Aunque hay siete, la Biblia solo menciona a tres por su nombre.
La Iglesia católica reconoce a tres arcángeles: Gabriel, Miguel y Rafael. También contempla la existencia de otros cuatro, aunque no les pone nombre.
La Iglesia ortodoxa y la anglicana, por otro lado, añaden un cuarto arcángel a la ecuación: Uriel.
Los querubines suelen representarse como bebés adorables y rollizos, aunque no es así como los describe la Biblia. ¡Los encargados de proteger el jardín del Edén incluso tenían espadas llameantes!
Fuentes: (Grunge)
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Tronos, serafines, querubines... ¿De qué seres hablamos?
¿Cuánto sabes sobre los ángeles?
ESTILO DE VIDA Religión
Los seres celestiales nos han fascinado desde hace siglos. Los ángeles, por ejemplo, llevan miles de años formando parte del judaísmo y el cristianismo. Estas criaturas etéreas desempeñan diferentes papeles, desde mensajeros hasta protectores, pasando por guías espirituales. Se los ha representado de muchas formas artísticas y forman parte de nuestro folclore, imaginación y cultura popular. ¿Pero qué son en realidad? Si quieres desentrañar los misterios que los rodean y entender por qué despiertan tanto nuestra curiosidad, ¡haz clic para seguir leyendo!