Una señal inequívoca de que has entrado en la fase ermitaña tras un despertar espiritual es que quieres pasar más tiempo contigo mismo.
Esto no tiene que ver con lo extrovertido o introvertido que seas. Se trata de ser capaz de sacar tiempo para explorar tu nueva espiritualidad.
Otro indicio de que estás en tu fase ermitaña tras haber pasado por un despertar espiritual es que tienes una sensibilidad agudizada.
Esto significa que eres más sensible a las energías que te rodean en general. O tal vez signifique que eres más sensible a estar con ciertas personas o a comer ciertos alimentos.
Este síntoma de la fase ermitaña puede ser un poco peliagudo o incluso irritante. Es importante que seas paciente contigo mismo durante este periodo más delicado.
Sentir que no encajas y que no conectas con los demás puede llevarte a querer redescubrir tus raíces y a saber de dónde vienes en realidad.
Otro síntoma de la fase ermitaña es que pierdes interés por las cosas que en su día te hacían feliz. Puede que esta sea una de las experiencias más complicadas.
Perder interés puede ser desagradable. De hecho, puede incluso ser un síntoma de depresión. Sin embargo, es importante que recuerdes que se trata de algo temporal.
Otra clara señal de que has entrado en la fase ermitaña posterior a un despertar espiritual es que estás en busca de tu propósito vital.
Puede que te atormenten las preguntas acerca de tu existencia y que quieras saber cuál es tu propósito en el mundo.
Durante esta fase, puede que descubras que lo que solía definirte ya no encaja contigo. Apóyate en esto e intenta abrirte al cambio.
Otro síntoma de la fase ermitaña es que no sabes si compartir lo que te está pasando con los demás.
Puede que esto se deba a que temes que no te vayan a entender o que piensen que eres raro o inestable.
Sin embargo, los estudios demuestran que muchas más personas pasan por tu misma situación de lo que piensas. Si puedes, date a ti mismo la oportunidad de sincerarte.
Durante la fase ermitaña, es probable que quieras leer y hablar todo el rato de espiritualidad.
Probablemente buscarás contenido espiritual en todas partes, ya sea escuchando podcasts o explorando las redes sociales.
Durante este periodo, tu sed de conocimiento será insaciable y probablemente no querrás dejar nada por explorar.
A pesar de querer pasar más tiempo a solas, puede que durante esta fase te des cuenta de que eres más compasivo con los demás.
Esto se debe a que empezarás a darte cuenta de que no eres el ombligo del mundo y de que todos tienen sus propios problemas.
De hecho, parte del despertar espiritual consiste en ser consciente de que tu propia experiencia está ligada a la de los demás, lo que probablemente hará que quieras conectar con ellos a un nivel más profundo.
Por último, quienes están en su fase ermitaña suelen experimentar una mayor paz interior. Esto se debe a que están aprendiendo a seguir su intuición.
Durante un despertar espiritual, aprendes a desprenderte de todo lo que ya no te sirve, desde personas tóxicas hasta mecanismos de gestión insanos.
Lo que queda es una sensación de paz interior y un mayor reconocimiento de cómo puedes cubrir tus necesidades. Es algo que la mayoría de personas dedican toda su vida a alcanzar.
En lo que a los despertares espirituales se refiere, es importante recordar que no se pueden forzar. Sin embargo, ser abierto de mente y diligente con las prácticas espirituales puede ayudarte a alcanzar tu objetivo.
Fuentes: (YourTango)
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Si nunca has vivido un despertar espiritual, puede que te cueste imaginar qué se siente. Para muchas personas, se trata de una sensación liberadora, como deshacerse de las capas de su viejo yo para que la nueva versión pueda brillar por sí sola. Los despertares espirituales pueden ser transformadores y hay quienes pasan por una fase ermitaña justo después, ya que necesitan adaptarse a su nueva realidad y procesar lo que han vivido. Aunque cada despertar espiritual es diferente, hay ciertos aspectos comunes a quienes han entrado en la fase ermitaña. Si quieres saber cuáles son, ¡haz clic para descubrirlo!
Cómo saber si estás en tu fase ermitaña
¿Te lo pasas mejor a solas últimamente?
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Si nunca has vivido un despertar espiritual, puede que te cueste imaginar qué se siente. Para muchas personas, se trata de una sensación liberadora, como deshacerse de las capas de su viejo yo para que la nueva versión pueda brillar por sí sola. Los despertares espirituales pueden ser transformadores y hay quienes pasan por una fase ermitaña justo después, ya que necesitan adaptarse a su nueva realidad y procesar lo que han vivido. Aunque cada despertar espiritual es diferente, hay ciertos aspectos comunes a quienes han entrado en la fase ermitaña. Si quieres saber cuáles son, ¡haz clic para descubrirlo!