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Quieres pasar más tiempo a solas -

Una señal inequívoca de que has entrado en la fase ermitaña tras un despertar espiritual es que quieres pasar más tiempo contigo mismo.

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Quieres pasar más tiempo a solas -

Esto no tiene que ver con lo extrovertido o introvertido que seas. Se trata de ser capaz de sacar tiempo para explorar tu nueva espiritualidad.

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Quieres pasar más tiempo a solas - Los despertares espirituales suelen ocurrir tras una etapa de aflicción psicológica. Reflexionar sobre esto cuando estés a solas puede ser bueno, pero ten cuidado: hacerlo en exceso puede hacer que te sientas solo.

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Tienes una sensibilidad agudizada -

Otro indicio de que estás en tu fase ermitaña tras haber pasado por un despertar espiritual es que tienes una sensibilidad agudizada.

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Tienes una sensibilidad agudizada -

Esto significa que eres más sensible a las energías que te rodean en general. O tal vez signifique que eres más sensible a estar con ciertas personas o a comer ciertos alimentos.

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Tienes una sensibilidad agudizada -

Este síntoma de la fase ermitaña puede ser un poco peliagudo o incluso irritante. Es importante que seas paciente contigo mismo durante este periodo más delicado.

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Sientes que no encajas - Lo siguiente es sentir que no encajas. Cuestionarte todo lo que creías cierto puede ser una experiencia bastante aislante.

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Sientes que no encajas -

Sentir que no encajas y que no conectas con los demás puede llevarte a querer redescubrir tus raíces y a saber de dónde vienes en realidad.

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Sientes que no encajas - Para embarcarte en esta aventura de autodescubrimiento, necesitas preguntarte a ti mismo con qué partes de tu vida necesitas ayuda. El siguiente paso es preguntarte cómo puedes ayudar a los demás.

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Pierdes interés por tus aficiones -

Otro síntoma de la fase ermitaña es que pierdes interés por las cosas que en su día te hacían feliz. Puede que esta sea una de las experiencias más complicadas.

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Pierdes interés por tus aficiones -

Perder interés puede ser desagradable. De hecho, puede incluso ser un síntoma de depresión. Sin embargo, es importante que recuerdes que se trata de algo temporal.

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Pierdes interés por tus aficiones - Si de repente ya no sientes el mismo interés por las cosas materiales, intenta probar actividades que nutran el cuerpo y la mente como pasear por la naturaleza o hacer ejercicios respiratorios.

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Estás en busca de tu propósito vital -

Otra clara señal de que has entrado en la fase ermitaña posterior a un despertar espiritual es que estás en busca de tu propósito vital.

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Estás en busca de tu propósito vital -

Puede que te atormenten las preguntas acerca de tu existencia y que quieras saber cuál es tu propósito en el mundo.

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Estás en busca de tu propósito vital -

Durante esta fase, puede que descubras que lo que solía definirte ya no encaja contigo. Apóyate en esto e intenta abrirte al cambio.

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No compartes lo que te está pasando con los demás -

Otro síntoma de la fase ermitaña es que no sabes si compartir lo que te está pasando con los demás.

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No compartes lo que te está pasando con los demás -

Puede que esto se deba a que temes que no te vayan a entender o que piensen que eres raro o inestable.

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No compartes lo que te está pasando con los demás -

Sin embargo, los estudios demuestran que muchas más personas pasan por tu misma situación de lo que piensas. Si puedes, date a ti mismo la oportunidad de sincerarte.

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Tienes un mayor apetito por lo espiritual -

Durante la fase ermitaña, es probable que quieras leer y hablar todo el rato de espiritualidad.

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Tienes un mayor apetito por lo espiritual -

Probablemente buscarás contenido espiritual en todas partes, ya sea escuchando podcasts o explorando las redes sociales.

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Tienes un mayor apetito por lo espiritual -

Durante este periodo, tu sed de conocimiento será insaciable y probablemente no querrás dejar nada por explorar.

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Te sientes más compasivo -

A pesar de querer pasar más tiempo a solas, puede que durante esta fase te des cuenta de que eres más compasivo con los demás.

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Te sientes más compasivo -

Esto se debe a que empezarás a darte cuenta de que no eres el ombligo del mundo y de que todos tienen sus propios problemas.

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Te sientes más compasivo -

De hecho, parte del despertar espiritual consiste en ser consciente de que tu propia experiencia está ligada a la de los demás, lo que probablemente hará que quieras conectar con ellos a un nivel más profundo.

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Tienes una mayor sensación de paz interior -

Por último, quienes están en su fase ermitaña suelen experimentar una mayor paz interior. Esto se debe a que están aprendiendo a seguir su intuición.

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Tienes una mayor sensación de paz interior -

Durante un despertar espiritual, aprendes a desprenderte de todo lo que ya no te sirve, desde personas tóxicas hasta mecanismos de gestión insanos.

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Tienes una mayor sensación de paz interior -

Lo que queda es una sensación de paz interior y un mayor reconocimiento de cómo puedes cubrir tus necesidades. Es algo que la mayoría de personas dedican toda su vida a alcanzar.

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Conclusiones -

En lo que a los despertares espirituales se refiere, es importante recordar que no se pueden forzar. Sin embargo, ser abierto de mente y diligente con las prácticas espirituales puede ayudarte a alcanzar tu objetivo.

Fuentes: (YourTango)

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