El icónico puente Golden Gate, una de las construcciones más reconocibles del mundo, aparece envuelto en niebla, un fenómeno muy común en la bahía de San Francisco.
La niebla envuelve los rascacielos del puerto Victoria Harbor. El más alto de todos es el International Commerce Centre, con 108 plantas y 484 metros de altura.
Una niebla espesa rodea los rascadielos de Dubái, incluido el Burj Khalifa, el más alto del mundo con 829 metros.
El emblemático castillo de Edimburgo parece una amatista en medio del paisaje neblinoso de la capital escocesa.
Los pájaros y la niebla rodean el One World Trade Center de Bajo Manhattan mientras el sol se pone.
La estatua ecuestre del general francés Ferdinand Foch hace que la Torre Eiffel parezca aún más grande, envuelta en un brillo casi surrealista gracias a la niebla.
Solo los edificios más altos de la península Lujiazui consiguen penetrar la niebla que se cierne sobre este distrito futurístico de la ciudad de Shangái.
La niebla que rodea al Big Ben hace que este parezca sacado de un sueño.
La fría niebla envuelve Chicago en esta postal de invierno de Illinois.
La torre de la televisión de Vilna parece flotar sobre las nubes y estar más cerca del cielo que de la tierra.
La niebla mañanera se cierne sobre el puente de Carlos de Praga y le confiere un aire místico.
La niebla engulle el puente de la bahía de Sídney, inaugurado en 1932, mientras este se adentra en el mar de Tasmania.
La emblemática CN Tower de Toronto, vista desde el edificio BMO, desafía a la gravedad mientras la niebla la rodea.
La parte inferior del emblemático puente 25 de Abril de Lisboa queda oculto tras la niebla que se adentra en el Tajo. Al fondo se ve al Cristo Rey, una versión más pequeña del Cristo Redentor de Río de Janeiro.
La luz de la famosa Fernsehturm, en Alexanderplatz, desafía a la espesa niebla mañanera.
La capital de Japón brilla con luz propia a pesar de la niebla que amenaza con engullirla.
Miles de personas se congregan a los pies del Cristo Redentor de Río de Janeiro para sacarle una foto a la estatua envuelta en niebla.
Las montañas nevadas se ciernen sobre Vancouver mientras la niebla se retira poco a poco de esta ciudad de la Columbia Británica.
Las torres del puente de George Washington de Nueva York iluminan la noche neblinosa del Día de los Presidentes. Esta fiesta anual se celebra el tercer lunes de cada febrero en honor de todos los presidentes de Estados Unidos.
Los rascacielos de Londres, como el "Gherkin", el "Walkie-Talkie" y The Shard, se alzan sobre la niebla que cubre la capital de Inglaterra.
A lo lejos se distingue la silueta de Melbourne a medida que la niebla se retira para dar paso al amanecer.
La niebla se cierne sobre la Puerta del Sol en Madrid y le confiere un brillo sobrenatural.
El majestuoso Puente del Bósforo brilla con un precioso color fucsia entre la niebla de Estambul.
Las coronas de los rascacielos gemelos más altos del mundo, las torres Petronas con sus imponentes 451 metros, se encienden entre la niebla cuando el mal tiempo inunda la capital de Malasia.
Cuando el frío aterriza en el municipio de Franca en São Paulo (Brasil), trae consigo una niebla tan densa como esta.
La famosa Space Needle de Seattle destaca sobre el horizonte de niebla que se forma al atardecer y que, en ocasiones, se desliza por Puget Sound oscureciendo la ciudad durante días.
El célebre Mole Antonelliana de Turín data del siglo XIX y en invierno se cubre de un manto de niebla que arropa la norteña ciudad italiana.
Pertenece al medievo tardío y forma parte de los fuertes del siglo XV de Fráncfort: es la torre Eschenheimer Turm que se erige iluminada frente al majestuoso rascacielos PalaisQuartier mientras la niebla entra en la ciudad.
Cuando la niebla penetra en la capital del entretenimiento por excelencia en este mundo, las personas que tienen la suerte de contemplar estas vistas desde el Laurel Canyon se encuentran ante uno de los espectáculos más hipnóticos de la madre naturaleza.
Fuentes: (National Geographic) (CTBUH) (Guinness World Records) (Britannica)
Ver también: Paisajes que no parecen de este planeta
Los paisajes neblinosos más hermosos que verás hoy
¿Quién dijo que con niebla no se veía nada?
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La niebla tiene un carácter místico y nostálgico que hace que cualquier paisaje se vuelva mágico. Aunque en el día a día pueda ser molesta, lo cierto es que en ocasiones nos regala auténticas postales. Aquí te dejamos algunas con las que te quedarás maravillado. ¡Adelante!