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Habla con tus hijos sobre las horas de sueño -

Debes averiguar si tus hijos tienen dificultades para dormir y si se suelen despertar durante la noche. Además, debes estar al corriente de si algo les molesta a la hora de ir a la cama.

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Déjales crear su propia rutina de sueño -

Es vital que tus pequeños aprendan a irse a la cama por sí solos, sin tu asistencia. Para ello, debes guiarles en el proceso de crear sus propias rutinas de sueño.

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Déjales crear su propia rutina de sueño -

Es vital que tus pequeños aprendan a irse a la cama por sí solos, sin tu asistencia. Para ello, debes guiarles en el proceso de crear sus propias rutinas de sueño.

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Que disfruten de su rutina -

Todos, sin excepción, nos tenemos que someter a ciertas rutinas en nuestro día a día. Para los niños, la rutina de la hora de dormir es muy importante, por lo que deben seguirla cada día y sin que les resulte tediosa. ¿Qué tal dejarles disfrutar de un baño con juguetes, lavarse los dientes y por último escuchar un cuento? Al final, la hora de dormir se convertirá en una de sus partes favoritas del día.

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Ellos eligen su rutina de sueño, pero tú debes establecer la hora -

Es de vital importancia que tus hijos descansen lo suficiente por lo que debes mandarlos a la cama a una hora temprana, que puede ser levemente ajustada en los fines de semana.

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Limita la actividad antes de la cama -

Está bien que les leas un cuento o que se tomen un baño relajante antes de ir a la cama, pero otras actividades que necesiten de energía les provocarán un retraso del sueño. Deben realizar tareas relajantes una hora antes de dormir.

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Asegúrate de que hacen sus tareas temprano -

Si hacen sus tareas entre una y dos horas después de llegar a casa, tus pequeños tendrán todo el tiempo del mundo para cenar y luego relajarse con otras actividades antes de irse a dormir.

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Resuelve cualquier discusión antes de ir a la cama -

Los niños sienten mucha ansiedad cuando existe un conflicto con sus progenitores, lo cual les dificultará irse a la cama a tiempo. ¡Intenta resolver cualquier discusión antes de la hora de dormir!

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Haz que tus hijos escriban cualquier problema que tengan -

Si a tu hijo le preocupa algo, debes hacer que lo escriba en el papel antes de irse a dormir. Luego, puedes decirle que su problema está encerrado en esa hoja hasta que se despierte.

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El atrapasueños -

Dile a tus hijos que el atrapasueños puede librarles de su cansancio y de las pesadillas. Esto les mantendrá serenos y se sentirán seguros.

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Déjales leer en la cama -

Leer es una de las formas más eficientes de alcanzar el sueño. ¡Demostrado! Sin embargo, evita que utilicen dispositivos electrónicos en la cama.

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Recomiéndales títulos -

Los cuentos infantiles, con una narrativa calmada y alegre, son la mejor opción para esta hora del día. Recuerda que tus hijos no deben leer historias especialmente complejas o trepidantes, pues estas acabarían por desvelarles aún más.

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Halaga a tus hijos antes de ir a dormir -

Decirle a tus hijos que estás orgulloso de ellos y recordarles sus cualidades les ayudará a relajarse y a sentirse bien antes de ir a dormir.

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Recompensa a tus hijos -

Si tus hijos duerme toda la noche sin interrupciones, recompénsales con un buen desayuno que contenga alguno de sus alimentos favoritos.

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Recompensa a tus hijos -

Si tus hijos consiguen mantener una racha de noches tranquilas y sin desvelos puedes darles un pequeño incentivo. 

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Sé afectuoso/a con ellos -

Hay muchas razones por las que debemos ser afectuosos con nuestros hijos: el cariño les hará ser más felices, sentirse más amados y... ¡dormir mejor y más tranquilos!

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¡Asegúrate de que se ejercitan! -

Los niños necesitan correr y gastar energía para llegar a la cama con ganas de dormir. 

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Cuidado con la cafeína -

La cola y el chocolate contienen cafeína, por lo que debes evitar su consumo, especialmente unas horas antes de dormir.

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Los celulares y las tablets en la cama, enemigos del sueño -

El brillo y los sonidos de estos dispositivos nos mantienen activos y nos alejan del sueño. Asegúrate que tus hijos no utilizan estos dispositivos en horas de sueño.

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No les pongas una televisión en su cuarto -

Además de verse expuestos a todo tipo de contenido inadecuado, la rutina de sueño de tus hijos se vería seriamente comprometida.

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Cena temprano -

Es mejor que la digestión se complete fuera del horario de sueño, para que nuestro cuerpo esté más relajado en la cama. Acostumbra a tus hijos a cenar antes de las ocho de la tarde.

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Los cereales son un buen aperitivo antes de irse a la cama -

Si tus hijos insisten en que tienen hambre y es casi hora de ir a dormir, déjales comer un poco de cereales. Este alimento contiene triptófano, un aminoácido que les ayudará a dormir.

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La leche caliente siempre ayuda -

Un vaso de leche caliente es el mejor amigo del sueño. ¡Tómate uno con tus hijos!

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Medicina natural -

Si ir a la cama está siendo más complicado de lo habitual puedes optar por la medicina natural para ayudarles a dormir.

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El té de camomila, uno de los mejores amigos del sueño -

El té de camomila es una bebida natural que ayudará a tus hijos a dormir. ¿Por qué no haces la prueba?

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Los baños calientes también ayudan -

Un baño caliente hará que los pequeños deseen ir a la cama. Añade algo de aceite de lavanda o camomila para aumentar el poder relajante.

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Déjales tu almohada -

Los niños necesitan sentirse en un ambiente familiar y que estés cerca. Dejarles tu almohada, que huele a ti, les hará dormir mejor. Truco: rocía un poquito de tu perfume en la almohada.

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Reduce la ingesta de sal y azúcar de tus hijos -

No solo es ideal para su salud, sino también para su sueño. Las dietas saludables son las que mejor nos ayudan a dormir.

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Más magnesio en la dieta -

Tus hijos necesitan pan integral, cereales, frijoles, nueces, verduras, leche, fruta, maíz y yogurt natural.

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Evita las siestas excesivas -

El problema con las siestas es que tus hijos no estarán lo suficientemente cansados luego.

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Los niveles adecuados de luz -

Algunos pequeños prefieren la oscuridad para dormir, mientras que otros se sienten más protegidos con una luz de noche. Pregúntale a tus hijos qué prefieren y actúa acorde a sus necesidades!

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La posición de la cama de tus pequeños -

Algunas personas creen que una cama que apunte al sur mejorará el sueño. ¡Pregúntale a tus hijos si quieren cambiar de lugar la cama!

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Asegúrate que sus camas sean lo suficientemente cómodas -

Es esencial que la cama de tus hijos esté a una temperatura lo suficientemente cálida como para que disfruten de una buena noche de sueño.

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La decoración debe ser tranquila -

Decorar la habitación de tus hijos con colores neutrales tendrá un efecto calmante en ellos, lo cual les ayudará a dormir.

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Asegúrate de que la habitación de tus hijos sea un lugar para dormir -

Intenta minimizar el tiempo que ellos pasan en su habitación que no sea para dormir. En su cerebro debería existir una asociación muy fuerte entre estar en su cuarto y dormir.

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Mantén ventilada su habitación -

Deja que entre aire fresco en su habitación y asegúrate de que no existan olores desagradables.

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Mantén la habitación de tus hijos a una temperatura agradable -

Una temperatura de 18 ºC es perfecta para ir a dormir: tus pequeños no sentirán ni mucho calor ni mucho frío durante la noche.

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La habitación debe estar libre de ruidos -

Asegúrate de que no existen ruidos que molesten a tus pequeños durante las horas de sueño. Cuidado también con el estruendo producido en el interior del hogar (cocinando, limpiando, viendo la televisión, etc).

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Yoga en familia -

Nunca somos demasiado jóvenes como para practicar yoga. Iniciar a tus hijos en esta actividad a una edad temprana les ayudará a estar más relajados y a dormir mejor.

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Enséñales a respirar profundo -

Tus hijos deben aprender que, en caso de ansiedad, una de las mejores herramientas es nuestra propia respiración. ¡Enséñales desde jóvenes!

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Más técnicas de relajación -

Acompaña a tus hijos hasta que se duerman. Enséñales a relajarse con técnicas que tú conozcas (cuenta regresiva, ovejas, etc).

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Música tranquila -

¡Demuéstrale a tus hijos que la música relajada puede afectar a su mentalidad y ayudarles a la hora de conciliar el sueño!

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Enséñales a meditar -

Como con el yoga, nadie es demasiado joven para meditar. ¡Enséñales a gozar de un estado mental de calma antes de ir a dormir!

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Dales un masaje relajante -

¿Qué mejor forma de relajarse que con un masaje? Los niños también disfrutan de estos cuidados personalizados: dales un masaje para dejarlos completamente preparados para el sueño.

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Toca música suave para ellos -

¿Sabes tocar la guitarra o algún otro instrumento? Siéntate junto a la cama de tus peques y toca alguna canción lenta y relajante hasta que se duerman.

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Enséñales a tus hijos sobre los ciclos de sueño -

Ellos deben saber que es normal despertarse en mitad de la noche y que eso no significa que algo esté mal. Pueden dormirse otra vez sin preocupaciones. ¿Por qué no les cuentas ejemplos personales?

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Enseña a tus hijos a escoger el mejor método para dormir -

Ahora que ya practican yoga, meditación y que saben que leer o escuchar música tranquila les relaja, déjales escoger el método que más les guste para dormir.

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Muestra tu orgullo -

Dile a tus hijos que estás orgulloso/a cuando demuestren que pueden controlar su propio sueño y sepan escoger el mejor método para ello.

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Pregúntale a tus hijos qué harían si se despiertan -

Asegúrate de que saben lidiar con el problema y de que están lo suficientemente cómodos como para preguntar cualquier duda que tengan.

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Diles que crees en ellos -

Tus ánimos llevan a tus hijos en volandas. Asegúrate de que ellos saben que tú crees en lo que hacen. ¡No te decepcionarán!

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Devuelve a tus hijos rápidamente a su cama -

Si tus hijos salen de la cama y vienen a buscarte, la mejor técnica es la de llevarles de vuelta a la cama sin mediar mucha comunicación. De esta forma, ellos comprenderán que salir de la cama no les beneficiará en nada.

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Aburre a tus hijos... de noche -

Si tus hijos creen que se están perdiendo algo por irse a la cama... actúa desinteresadamente con ellos durante la noche. Al aburrirse, desecharán la idea de que están mejor levantados que en la cama.

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Deja que tus hijos descubran su propio reloj interno -

En algún momento, tus hijos aprenderán que su cuerpo incluye su propio reloj. Conversa con ellos y definid juntos las mejores horas de cama para ellos.

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Dale a tus hijos un peluche para dormir -

Los niños se sienten más seguros con un peluche de su lado. Si se despiertan de repente o se sienten asustados, la presencia de su pequeño amigo les dará valor.

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Déjales una bebida junto a su cama -

Si dejas agua o zumo cerca de su cama te asegurarás de que no saldrán de la cama cuando tengan sed durante la noche.

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Aprovecha: que sea una bebida que les de sueño -

Puedes optar por un vaso de agua con varias gotas de extracto de camomila. Puedes contarle que ese vaso les hará dormir enseguida... ¡y a esperar al efecto placebo!

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Escribir de noche -

Si tus hijos tienen problemas para dormir, pídeles que escriban las razones. Mañana deberéis repasarlas juntos y solucionarlas.

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Acostumbra a tus hijos a despertarse a una cierta hora -

Ya sea con la alarma, con la luz natural o con una lámpara, acostumbrar a tu hijo a despertarse a la misma hora le ayudará a aguantar las rutinas del colegio y el instituto cuando sea mayor.

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¿A qué huele el sueño? -

Diles a tus hijos que el sueño huele a camomila o lavanda. Luego impregna un paño con estos aromas y ponlo debajo de sus almohadas.

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¡No te olvides de recompensarles por su esfuerzo! -

La mejor forma de hacer que tus hijos se sientan apreciados es darles alguna recompensa.

Visita también la galería Estos alimentos "saludables" son comida basura disfrazada.

Nota: Galería inspirada en la información de Parent4success.

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