Una vez dicho esto, los padres deberían empezar a cuidar de la higiene bucal de sus hijos lo antes posible.
Después de la primera comida y antes de dormir, lávale las encías con un trapo limpio y suave para eliminar las bacterias y azúcares responsables de las caries.
Los dientes primarios son esenciales para que el niño aprenda a hablar con normalidad y a masticar naturalmente. Por lo tanto, hay que cuidarlos como es debido.
Cuando le salgan los dientes, empieza a cepillárselos dos veces al día con agua y un cepillo de cerdas suaves y pequeñas. Ve al dentista en cuanto cumpla su primer año para que este pueda revisarle la boca y ver si está todo en orden.
Los niños no deben quedarse dormidos con el biberón lleno de leche para reducir el riesgo de caries. Lo ideal es lavarles los dientes antes de ir a la cama y dejarles una botella con agua.
Los niños pequeños imitan todo lo que hacen sus padres y sí, ¡eso incluye lavarse los dientes! Despierta su curiosidad y explícale lo que estás haciendo.
Internet está lleno de juegos infantiles sobre salud bucal. Bájate los que más gracia le hagan a tu hijo y úsalos para motivarle a lavarse los dientes.
Otra forma de educarle es animarle a que le lave los dientes a sus juguetes preferidos explicándole por qué es importante que lo haga.
¡Nunca subestimes el poder de la música! Buscad o cread una canción sobre lavarse los dientes que le enseñe, por ejemplo, cuánto tiempo tiene que dedicarle a la higiene bucal.
Para que la visita al dentista no le pille por sorpresa, haz que se familiarice con las consultas mediante libros que aborden el asunto.
El hilo dental limpia los lugares a los que el cepillo no llega, de ahí que sea tan importante enseñarle a usarlo desde pequeño. Eliminar los restos de comida que se quedan entre los dientes es esencial para evitar las caries, el mal aliento y, sobre todo, los problemas de las encías.
Una forma divertida de enseñarle la importancia del hilo dental es ilustrárselo con juguetes. Hazte con unos bloques de construcción y ponles plastilina por el medio. Después, pídele a tu hijo que la retire con hilo dental. De esta forma, le será más fácil entenderlo y le parecerá mucho más divertido.
Acostúmbralo desde pequeño a ir al dentista pidiendo cita cada seis meses para garantizar que está todo en orden.
Enséñale que una buena higiene bucal tiene resultados. Prueba a darle una pequeña recompensa cada vez que se lave los dientes, use hilo dental, etc. De esta forma, le motivarás a tener buenos hábitos.
Lo ideal tanto para niños como adultos es lavarse los dientes durante dos minutos. Este es el tiempo mínimo esencial para tener una boca sana.
Enséñale a respetar este tiempo con un reloj de arena. Deja que sea tu hijo el que lo use para darle independencia y permitir que se divierta.
Lavarse los dientes siempre es más divertido si lo haces con un cepillo que te gusta, ¿a que sí?
Eso sí, no te dejes llevar solo por las apariencias: asegúrate de que sea un cepillo adecuado para niños. Lo ideal es encontrar uno que sea práctico y divertido a partes iguales.
Los adultos saben apreciar un aliento mentolado, pero los niños suelen preferir otros sabores, como fresa, sandía, chicle, etc. ¡Deja que tu hijo escoja el que más le guste!
En pequeñas dosis, el flúor refuerza el esmalte dental y lo protege contra los ácidos que las bacterias generan en la boca.
Ayuda a tu hijo a lavarse la boca al menos dos veces al día, sobre todo después de desayunar y antes de ir a dormir. Enséñale que es importante cepillar todos los dientes y muéstrale qué movimientos tiene que realizar. ¡Asegúrate de que no se haga daño!
Además de deliciosos, el chocolate, los caramelos y el helado son el enemigo número uno de la salud bucal. Enseñarle a tu hijo a comer de forma equilibrada es esencial para que aprenda a cuidar de sus dientes como es debido.
Existe una forma muy sencilla de hacerle entender la relación entre la comida y las caries. Para ello, hazte con un trozo de cartón (mismamente de una huevera) y córtalo en forma de diente. Después, dáselo a tu hijo y pídele que escoja varios tentempiés de una lista con opciones saludables y perjudiciales. Si selecciona un alimento sano, pídele que dibuje un círculo en el diente con un bolígrafo que se pueda borrar. Si escoge uno perjudicial, pídele que pinte otro círculo con un bolígrafo de tinta permanente. Por último, dale una goma y pídele que borre los círculos. De esta forma, podrás explicarle por qué los alimentos perjudiciales afectan más a los dientes que los sanos.
Para paliar los efectos de las bebidas azucaradas, dale agua a tu hijo entre una comida y otra y antes de que se vaya a la cama.
A medida que los niños se hacen mayores, puede que llegue un momento en el que necesiten llevar aparato. Cuando esto ocurra ya no serán tan pequeños, por lo que es importante que sepan cuidar correctamente de su salud bucal. Es un proceso que requiere tiempo y paciencia, pero del que tanto niños como adultos pueden aprender.
Los niños tienen más posibilidades de padecer caries si hay una predisposición familiar, comen mucha azúcar o llevan aparato. Si tu hijo cumple alguna de estas condiciones, háblalo con el dentista y toma las medidas adecuadas para garantizar su salud bucal.
Enseñarles a los niños a llevar una correcta higiene bucal desde pequeños les ayudará a no tenerle miedo al dentista cuando tengan que ir.
Una correcta higiene bucal es el mejor remedio que existe para prevenir las caries, las enfermedades de las encías y la pérdida de dientes. De esta forma, tu hijo también se ahorrará tener que pasar por procedimientos complejos, costosos y dolorosos en el futuro.
Los dentistas son profesionales cualificados para ayudar a la gente a llevar una correcta higiene bucal. Tener unos hábitos saludables es el primer paso para entablar una buena relación con los dentistas y la salud dental.
Fuentes: (CDC) (University of Illinois Chicago)
Ver también: Todo lo que no sabías sobre tus dientes
Cómo inculcar a tus hijos la importancia de cuidar su salud dental
Es importante que tengan hábitos saludables desde muy pequeños
SALUD Higiene bucal
Si tienes hijos, sabrás lo difícil que es hacerles entender la importancia de lavarse los dientes con regularidad. Por desgracia, los niños (y algunos adultos) no le prestan la atención suficiente a este gesto tan cotidiano. A pesar de la negativa, es imperativo enseñarles a cuidar correctamente de su salud bucal para que puedan disfrutar de una larga vida con una sonrisa maravillosa. Además, les servirá para prevenir las caries y las enfermedades de las encías. La clave está, cómo no, en hacer que su rutina de cuidado sea divertida. Si quieres saber más, ¡sigue leyendo!