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Menopausia -

La menopausia es la fase de la vida que atraviesan las mujeres cuando la menstruación empieza a llegar a su fin. Sin embargo, los síntomas pueden comenzar varios años antes.

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De la perimenopausia a la menopausia -

Aunque algunos síntomas pueden comenzar con la perimenopausia, otros muchos no empiezan hasta que no se llega a la menopausia.

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De la perimenopausia a la menopausia -

Hay quienes tan solo experimentan algunos síntomas leves durante todo el proceso, mientras que otros sufren sofocos, cambios de humor, insomnio, sudoración nocturna y sequedad vaginal.

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La vía holística -

Algunas personas encuentran alivio en los antidepresivos y en la terapia de reemplazo hormonal, mientras que otras optan por explorar remedios holísticos que pueden tener resultados variables.

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Cimicífuga -

La cimicífuga es una planta oriunda de Norteamérica que contiene fitoestrógenos, los cuales imitan los efectos de los estrógenos en el organismo. Se utiliza para tratar los sofocos y los cambios de humor.

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Cimicífuga -

Pero si estás tomando estatinas o padeces endometriosis, cáncer de mama o el síndrome del ovario poliquístico, deberías hablar con tu médico antes de probar la cimicífuga.

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Probióticos -

La salud intestinal afecta a la del todo el organismo, algo que solo estamos empezando a comprender ahora. Tomar probióticos es una forma de velar por su bienestar.

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Probióticos -

Aunque los probióticos no frenan ni previenen los síntomas de la menopausia, pueden ayudar a aliviarlos. Se cree que la salud intestinal está indirectamente relacionada con la vaginal.

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Sauzgatillo -

El sauzgatillo es un suplemento muy popular en el tratamiento de la menopausia, ya que se cree que ayuda a aliviar los síntomas iniciales mediante el aumento de los niveles de progesterona.

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Sauzgatillo -

No se le conocen efectos secundarios graves, pero sí afecta al sistema dopaminérgico, lo que puede interferir con la medicación para el párkinson, por ejemplo. Se necesitan más ensayos de alta calidad para poder analizar su eficacia.

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Calcio -

Durante los primeros siete años tras el inicio de la menopausia, la densidad ósea puede reducirse hasta en un 20%. Por lo tanto, muchas personas toman suplementos de calcio como medida preventiva durante la menopausia.

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Calcio -

Pero los suplementos de calcio pueden interferir con ciertos antibióticos, medicamentos para la tensión arterial, betabloqueadores y bifosfonatos, por lo que deben consumirse con precaución.

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Vitamina D -

Aunque obtenemos vitamina D del Sol, hay quienes viven en zonas donde la luz solar escasea. Por lo tanto, tomar suplementos puede ayudar.

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Vitamina D -

Aunque las investigaciones sobre la vitamina D y los síntomas de la menopausia son limitadas, sí es cierto que ayuda a absorber el calcio, lo que a su vez contrarresta la pérdida ósea de la que hablábamos anteriormente.

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Trébol rojo -

El trébol rojo contiene estrógenos vegetales y es uno de los suplementos naturales más populares durante la menopausia. Sin embargo, los resultados de las investigaciones varían.

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Trébol rojo -

Está demostrado que en algunas personas ayuda a reducir los sofocos, pero como es un fitoestrógeno y puede interferir con otros fármacos, es mejor hablar con un médico antes de consumirlo.

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Vitaminas del grupo B -

El déficit de vitaminas del grupo B se ha asociado a un mayor nivel de estrés. Por lo tanto, tomar suplementos que las contengan podría ayudar a aliviar algunos de los síntomas de estrés que se manifiestan durante la menopausia.

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Valeriana -

La valeriana es un suplemento utilizado para aliviar el insomnio y los sofocos nocturnos que pueden ocurrir durante la menopausia.

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Valeriana -

No hay muchos estudios que respalden su uso y vale la pena mencionar que puede interferir con otros suplementos como la hierba de san Juan, la melatonina y la kava, así como con los barbitúricos y las benzodiacepinas.

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Ginseng -

El ginseng se utiliza para mejorar el ánimo, por lo que puede ayudar a contrarrestar los cambios de humor propios de la menopausia.

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Ginseng -

Sin embargo, los estudios acerca de la eficacia del ginseng en el tratamiento de los síntomas de la menopausia escasean, por no hablar de que puede interferir con los anticoagulantes, los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), la aspirina, los IMAO (inhibidores de la monoaminooxidasa), los diuréticos, los antiagregantes plaquetarios y otros fármacos.

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Semillas de lino -

Las semillas de lino son otro fitoestrógeno popular en el tratamiento de los síntomas de la menopausia, incluidos los sofocos, los cambios de humor, la pérdida de libido y la sequedad vaginal.

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Semillas de lino -

Sin embargo, estas pueden interferir con los anticoagulantes, la aspirina, los medicamentos para la glucemia, la metmorfina y los laxantes. Por lo tanto, habla con tu médico antes de consumirlas.

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DHEA -

Hacia los 30, nuestros niveles naturales de DHEA (dehidroepiandrosterona) empiezan a disminuir. Los estudios demuestran que alivia los sofocos y la falta de libido. Sin embargo, hay que tener cuidado con las dosis, ya que consumir DHEA a largo plazo en altas cantidades puede aumentar el riesgo de cáncer mama.

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Soja -

Se cree que las isoflavonas, los fitoestrógenos presentes en altas cantidades en la soja, ayudan a contrarrestar los sofocos. También podrían ser beneficiosas para tratar los síntomas de irritabilidad y depresión propios de la menopausia.

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Soja -

Sin embargo, la soja puede interferir con varios fármacos, incluidos los antibióticos, los estrógenos, la warfarina, el tamoxifeno y los inhibidores de la monoaminooxidasa. Habla con tu médico antes de incluirla en tu dieta.

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Hierba de san Juan -

La hierba de san Juan es un remedio natural que suele utilizarse para tratar los síntomas de depresión, así como los sofocos propios de la menopausia.

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Hierba de san Juan -

Pero aunque lleva utilizándose durante siglos, no hay muchas pruebas que respalden su uso. También interfiere con una larga lista de fármacos, entre los que se incluyen los antidepresivos, los antibióticos, los anticonceptivos orales, los anticoagulantes, los sedantes y los inmunodepresores.

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Aceite de onagra -

El aceite de onagra podría ser beneficioso para quienes padecen sofocos. Sin embargo, puede interferir con los anticoagulantes, los antipsicóticos y los AINE.

Fuentes: (Verywell Health) (Healthline) (WebMD)

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